domingo, 19 de diciembre de 2010

Desarrollando personas a través de la mentoría.

Pablo en el libro de Tesalonicenses, dice “así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio sino también nuestra vida”. (2 Ts 2:8). La mentoría es un tipo de relación donde los líderes de los grupos pequeños pueden compartir sus vidas con otros. La mentoría puede usarse para edificarte o para ser edificado.Debunking 4 Myths

Sea que se de cuenta o no, de una forma u otra todos estamos en algún tipo de mentoría, sea esta formal o informal. Diariamente nos ayudamos unos a otros proveyendo información útil en el hogar, en el trabajo, en nuestros ministerios. Se da por sentado que la mentoría es algo ocasional e informal, pero encaja como la definición de mentoría. El profesor Bobby Clinton del Seminario Teológico Fuller y uno de los grandes líderes cristiano, define la mentoría como, “un proceso relacional donde uno que conoce algo (como mentor), lo traspasa (sabiduría, consejería, información, apoyo emocional, recursos) a alguien que lo necesita (aprendiz) en un momento donde causa un impacto en el desarrollo de la persona”.

La mentoría se puede utilizar en todos las etapas del desarrollo cristiano. Si estamos dando los primeros pasos de fe, el aprender a dirigir o a “terminar bien” por amor a Cristo, es algo en lo que se puede crecer a través de la mentoría.

Comencemos por desacreditar los cuatro mitos de la mentoría:

  • Se tiene un solo mentor
  • Tienes que ser mayor para ser un mentor
  • No necesitas un mentor
  • No deberías ser un mentor

Las expresiones son simples, sin embargo no son ciertas.

El desarrollo de una vida se puede realzar por un equilibrio de relaciones de mentoría. Los tres tipos básicos de mentoría son

Mentoría hacia arriba – ver todo el cuadro. Tiene experiencia, habilidades y el conocimiento básico es más avanzado que el del aprendiz.

Mentoría hacia abajo – empoderar al que tiene menos experiencia. Provee sentido de rendimiento de cuentas, desafía y ayuda con ideas y habilidades.

Mentoría en pares – compañeros de un mismo lugar y con el mismo nivel de madurez espiritual. Entre ellos se da un crecimiento y rendimiento de cuentas.

Trabajando con líderes, vemos que es bueno edificar una Constelación de mentoría.

Es algo fácil de hacer. Marque una X en una hoja de papel. Ponga su nombre en el medio de la X. Escriba Mentoría hacia arriba en la parta superior de la página y Mentoría hacia Abajo al final de la página. Escriba Co-mentoría en el medio de ambas.

Mentoría hacia Arriba – Escriba una lista de 3 a 5 áreas en su vida y ministerio/vocación, donde le gustaría tener algo de mentoría, es decir, en la vida devocional, como ser padres, en el matrimonio, en el deporte, etc. Comience a pensar y orar en personas que conoce y que podrían estar dispuestas a ser mentor. Búsquelos. Recuerde que no es algo para toda la vida, puede durar 3-4 semanas o 6 meses.

Mentoría hacia Abajo – Escriba una lista de 3 a 5 áreas en su vida y ministerio/vocación, donde tiene habilidades específicas y que podría dar mentoría a alguien. Comience a pensar y orar en personas que conoce y que podrían estar dispuestas a recibir mentoría. Ofrézcales mentoría.

Mentoría en Pares – Piense en personas en su lugar de trabajo, en su ministerio, o en su vida. ¿Qué podrían aprender entre todos en relación a sus necesidades de mentoría? Escriba los nombres y las áreas de mentoría a los lados de la X.

¿Cómo le gustaría crecer? Piense en alguien con quien podría reunirse a tomar café y pedirles que revisen su constelación de mentoría. El dar cuentas le ayudará a mantenerse en línea con su plan de crecimiento y desarrollo y así evitar varios obstáculos que le pueden detener en su progreso de crecimiento.

http://support.crcna.org/site/PageServer?pagename=Growing_People_Through_Mentoring_SPAN

martes, 14 de diciembre de 2010

¿Qué escribió Elena G. de White acerca de los grupos pequeños?

Los grupos pequeños
¿Qué escribió Elena G. de White acerca de los grupos pequeños?
            Se encuentran en los escritos de Elena G. de White repetidas menciones de grupos pequeños con propósitos devocionales y misioneros.
Para el servicio misionero.  “La formación de pequeños grupos como base del esfuerzo cristiano me ha sido presentada por Uno que no puede errar.  Si hay muchos miembros en la iglesia, organícense en pequeños grupos para trabajar no sólo por los miembros de la iglesia, sino en favor de los incrédulos.  Si en algún lugar hay solamente dos o tres que conocen la verdad, organícense en un grupo de obreros” (Joyas de los testimonios, 3: 84).  “En nuestras iglesias deben organizarse grupos para el servicio.  En la obra del Señor no ha de haber ociosos.  Únanse diferentes personas en el trabajo como pescadores de hombres.  Traten de recoger a las almas de la corrupción del mundo y conducirlas a la pureza salvadora del amor de Cristo (El evangelismo, 88-89).  “Salgan pequeños grupos de obreros como misioneros del Señor y hagan lo que Cristo ordenó a los primeros discípulos que hicieran.  Vayan a los diferentes lugares de nuestras ciudades, de dos en dos, y den el mensaje de advertencia del Señor” (Alza tus ojos, 89).
“Grupos pequeños deben ir a cumplir la obra que Cristo asignó a sus discípulos. Trabajen como evangelistas, repartiendo nuestros impresos, hablando de la verdad a las personas que encuentren.  Oren por los enfermos, esforzándose por aliviarlos, no con drogas, sino con remedios naturales, enseñándoles a recuperar la salud y evitar la enfermedad” (Consejos sobre la salud, 394).
“Haya en cada iglesia grupos bien organizados de obreros que trabajen en el vecindario de la misma. (Review and Herald, 29 de septiembre de 1891)”.  (Servicio cristiano, 93).
Para el estudio de la Biblia y la oración.  “Congréguense pequeños grupos en la tarde o en la mañana temprano para estudiar la Biblia.  Celebren una reunión de oración para que el Espíritu Santo los pueda fortalecer, iluminar y santificar...
“Reúnanse pequeños grupos para estudiar las Escrituras.  No perderán nada y ganarán mucho.  Los ángeles del cielo asistirán a sus reuniones y al alimentarse con el pan de vida recibirán fortaleza espiritual (Carta 2, del 3 de enero de 1900, dirigida a la Hna. y el Hno.  Sisley)”.
“El Señor prometió que donde dos o tres se reúnan en su nombre, él estaría allí en medio de ellos. Los que se reúnan para orar juntos, recibirán la unción del Santo. Existe una gran necesidad de que se practique la oración secreta, pero también se necesita que varios cristianos se congreguen y se unan para presentar fervorosamente sus peticiones delante de Dios. En esos grupos pequeños Jesús está presente, se profundiza el amor por las almas en el corazón y el Espíritu despliega sus poderosas energías para que los agentes humanos puedan ejercitarse en la salvación de los perdidos.- Review and Herald, 30 de junio, 1896”.  (Exaltad a Jesús, 352).
Para estrechar lazos de unidad y amor.  “Mantengan íntegro su vínculo de unión, cerrando sus filas por el amor y la unidad, estimulándose unos a otros para progresar y adquiriendo cada uno valor, fortaleza y ayuda de los demás.  Revelen la tolerancia y paciencia que manifestó Cristo y evitando las palabras apresuradas, usen el talento del habla para edificarse unos a otros en la santísima fe.  Trabajen con el mismo amor que Cristo en favor de los que no están en el redil, olvidándose del yo en su esfuerzo por ayudar a otros.  Mientras trabajen y oren en el nombre de Cristo, aumentará su número; porque el Salvador dice: ‘Si dos de vosotros se convinieron en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos’ (Mat. 18: 19)” (Joyas de los testimonios, 3:84-85).- Daniel Oscar Plenc  (E-mail: cwhite@uapar.edu.  Página web: http://centrowhite.uapar.edu).